martes, 22 de mayo de 2012

Pedazos.


Vengo de dar a los lobos
los pedazos de mi ser,
que colgados de mi ventana
lloraban ayer,
quitándome el sueño.

Y yo ya no quiero volver
a retorcerme las entrañas,
en busca de un por qué,
para el vacío que está
convirtiéndose en mi dueño.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Esto no es una canción de amor.

Doblo las esquinas para encontrarte.
Rebusco entre las gotas de ron,
hasta quemarme los dedos frotando el fondo del vaso.
Paso frente a tu maldita puerta,
echo una mirada al reflejo del cristal para ver
si me devuelve un guiño sincero.
Pero no te quiero.
No pienses, ni por un momento, que te quiero.

Busco tu mirada, aparto a la gente a golpes,
abro a cuchilladas el cielo.
A dentelladas derribo las puertas,
los armarios, las ventanas,
buscando restos de tu paso, de tus huellas,
vestigios de tus madrugadas.
Pero no te quiero.
No te quede ninguna duda: no te quiero.

Lloro, me destrozo.
Me pudro, me pierdo.
Pero no te quiero.

Te echaré de menos, te añoraré.
Me dolerás.
Pero no te quiero.

Te necesito.
Pero no te quiero.

Te quiero, más que a nada.
Más que al mundo entero.
Pero recuerda, no lo olvides,
ten presente este grito sincero.

Yo, entre todas las cosas,
no te quiero.