jueves, 20 de mayo de 2021

"Struggler"

 Tuve un sueño abrazado a una espada.

Olía a sangre y a infancias rotas,

a lodo y herrumbre,

a manos clavadas en las sábanas

de una tierra maldita

y a noches que nunca acaban.


Tuve un sueño en la oscuridad más profunda,

donde lobos se ocultaban entre las palabras

y respiraban en mi nuca,

donde los eclipses se alzaban

en un horizonte rojo

y negro,

como el yelmo,

como el huevo,

como la sombra que se cierne

sobre aquellos

que levantan la espada

contra el fuego.


Tuve un sueño

y lo he perdido.

Espero encontrarlo de nuevo.

domingo, 2 de mayo de 2021

La Hora de la Serpiente.

Dejé mis cosas en algún punto de la carretera,

más allá del Pálido.


Todas las tardes vuelvo a pasar por allí,

pisando sobre mis propias huellas

y girando las manecillas del reloj,

pintando el camino de vuelta 

con sangre

sobre el asfalto.

Y cuando cae la noche sobre el desierto,

me hago un ovillo bajo las estrellas

y espero a que llegue la Hora de la Serpiente.


Humeantes,

las siluetas de fósforo

emergen entre las rocas

como fantasmas de otro mundo,

susurrando historias en un idioma antiguo,

cubriendo la arena de una luz fría,

narrando extraños mitos

sobre alcohol 

y galaxias muertas

y meteoritos de anfetamina.


Y al despertar, bostezo

con la boca llena de polvo y traumas,

cansado de este cuerpo que ya no es mío,

y de esta mente quebradiza

en la que no me encuentro.

Emprendo el camino de vuelta

sobre la sangre que se ha borrado,

sobre las huellas que se han borrado,

sobre el pasado que he olvidado.


Dejé mis huesos en algún punto de la carretera

más allá del Pálido.