Estoy acostumbrado al suelo,
a la nieve sucia y la calle quebrada,
la carretera abandonada,
la nada,
el fuego,
el humo,
el desierto y su promesa,
las mentiras,
los juegos.
Finges no ser,
y eres
más de lo que nadie
ha querido ser nunca.
Y el telón arde
para calentar al público,
y las máscaras se hacen añicos
contra este escenario sin salida
en el que he pasado el invierno.
Si me pierdo,
te busco en cada luna.
Dame la mano
hasta llegar a casa,
me inventaré el camino.
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