martes, 11 de agosto de 2015

Black Mass.

Puedo ver a lo lejos
los días del hacha
y la sombra.
Si extiendo mi mano
puedo palpar
con la punta de los dedos
mi pasado
fundiéndose entre la verdad y la mentira
deshaciéndose lentamente
convirtiéndose en una persona
que me mira desde el otro lado del espejo
y sonríe
sonríe
sonríe
y llora

pero cuando despierto
en mitad de la noche
siento la huella pegajosa
en mi cuerpo
de una enorme boca
que intenta tragarme
lentamente
sin prisa
con su húmeda lengua negra
lamiendo mi espalda
quemando mi carne
con esa saliva ácida
y llena de
recuerdos
que me empapan y recubren
en un viscoso abrazo
de muerte
y sueño que despierto
pero sigo encerrado en mi
infierno
de negro
húmedo
crujiente
frío
lamer
beso
succiona
mastica
desgarra
destroza
deseo
destruye
sudor
a veces
me gustaría ser otra persona
para recordar quién soy en realidad.

Despierto en la cama buscándote, empapado en lo que creo que es sudor frío. Y cuando no estás, la habitación es más pequeña. Sé que estás al otro lado del espejo, con tu melena roja y tus ojos llenos de vida. Pero no tardes en venir.

Necesito tu mano en esta noche tan oscura.

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