- ¿Vas a sermonearme?
- Tu forma de vivir no es mala... Pero veo una gran huella en tu corazón. El miedo ha dejado una marca en él.
- Tú no sabes...
- Déjalo. Descansa en este lugar. Si no tienes nada que te preocupe en el mundo, estarás a punto de pasar del todo al otro lado. Cuando llegaste con esa preciosa chica superviviente junto a ti... te echaste a perder a ti mismo. Escapaste de algo bueno, porque no puedes compartir la tristeza con la persona que amas. Escapaste para quemar tu cuerpo en tu propio odio. Abandonaste aquí a la persona que quieres, ¿y sigues pensando que tienes derecho a clamar venganza por tus amigos? En el momento más importante, elegiste estar solo. Solo para centrarte en todas las batallas. Eres solo una espada desenvainada. Llena de cicatrices y manchas de sangre, con una herida fatal. Eres una espada rota.
y tú te quedaste.
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