El hombre creó una jaula llamada "sistema". Un bello palacio de porcelana y lodo en el que la seguridad es moneda de cambio, y los ideales se compran baratos. Incluso estas palabras están condicionadas por el sistema. Porque todas y cada una de las frases que repites en las redes sociales, predicando la autenticidad, no son más que mantras impuestos por la cultura del bienestar. Al leerlas, piensas "otro revolucionario idealista con ganas de polémica y demagogia". El mundo es un zoológico de robots sin conciencia rodeados de barrotes, que protegen y aislan, que defienden y matan. Pero si realmente prestas atención a mis palabras, sabrás por qué vuelo cerca del sol. Tan cerca que ardí y descendí para contarlo.
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