del invierno
de la melodía fría
de tu carne
del eco de tus latidos
entre mis costillas
cuando cae la noche
de los dedos
que buscan otros dedos
en la oscuridad
y se entrelazan
con la nada
Háblame
de las manos vacías
de las tripas vacías
Háblame
del hambre
y la tormenta
de tus días sin noche
de mis noches sin día
Háblame
sin decir nada
y dime
qué hacemos
mirándonos a los ojos
en plena caída.
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