martes, 11 de enero de 2022

Luna de loto

El cielo era acero
salpicado por las huellas
de las almas que 
en desesperada huida
levantan el vuelo temblorosas
para encontrar su estrella

El suelo era océano
de sangre y alcohol
en eterna furia
desgastando recuerdos
dando forma a guerreros
sin memoria ni color

Mi mirada era traición
delatora en plena tormenta
balconada desnuda
a la que se asoma la tristeza
cuando la ira duerme en su alcoba
sin saber qué soñar



Y llegaste
Diosa de la Luna
a mi acantilado
con la lluvia de abril
a cantar 
tu canción 
en silencio
y acariciarme 
por dentro
con tu aliento 
junto al mío
con tu latido
sobre el mío
en perfecta
sincronía

Contemplábamos 
las olas
arrastrar 
los cuerpos
de nueve 
soles muertos
cubiertos de 
flechas de cerezo

Escuchábamos 
el viento
arrastrar 
las palabras
que nuestros ojos
no necesitaban 



Y mi cielo fue manto de flores
y tu luz se filtró a través de cada pétalo
iluminando el campo de batalla
dándome propósito en la guerra
dándome nombre en la noche
dándome forma en este vacío

Y mi suelo fue hierba
y tus manos hicieron camino bajo mis pies
acariciando mi triste coraza
desatando las correas a besos
desnudándome con los ojos cerrados
con la sonrisa
esa sonrisa
que me acompaña durante la tormenta

Y mi mirada fue vidriera
y tus ojos bucearon en los míos
sirena de mi naufragio
recorriendo cada una de las galerías
acariciando los viejos retratos
abriendo las ventanas
sacando a flote las joyas
y los mapas
convirtiéndote en brújula
Allí donde estés
yo quiero ir



Y cada noche
el conejo de jade
se acerca al estanque
en el que floto
y me susurra la canción
me cuenta la historia
de esta luna de loto
una y otra vez
para grabarla en mis huesos
y encontrarte en la noche
de este beso sin réplica
en el que se ha convertido
mi vida.

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