el Falso Rey
y bloqueó las puertas
para encerrarlos a todos dentro.
Y los cuerpos azules
devoraron a los cuerpos rojos
durante todo un día
hasta que llegó la tormenta.
El Hombre de Sal y Arena me dijo:
"No te conviertas en piedra".
Siguiendo su consejo
intenté
convertirme en río,
y la corriente arrastró las palabras.
Nigromante
Que vive y muere
Para hablar consigo mismo
En la oscuridad de este cráneo
Maldito desde el principio
Cállate y escucha.
No hay cicatriz
ni herida
ni invierno
que pueda ocultar tu corazón.
Hoy he roto tres colgantes
de este joyero
para llevar el cuello desnudo
ante los colmillos del lobo.
"Porque amar es tener miedo",
rezaba la pared del templo.
Nunca más
volver a las cadenas.
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